sábado, 14 de mayo de 2011

Mi oficina... un oasis

Por Gabriel Montiel – Venezuela



    Existe una relación muy marcada entre el desempeño en el lugar de trabajo, la calidad del mismo y el ambiente en el que desarrollamos nuestras actividades. Cuando hablamos de trabajo pesado, trabajo tedioso, o de trabajo aburrido; estamos usualmente expresando con otras palabras que el ambiente en nuestra oficina, o donde sea que laboremos, es malo.
    
    Es posible que nuestros superiores no estén interesados en hacer modificaciones en los espacios, procedimientos y actividades de sus empresas solo para que el obrero o el empleado se sientan bien. Pues no todos los empresarios conocen los beneficios que podrían obtener si lo hicieran. Este artículo no está destinado a cambiar la mente del jefe. Pero si mencionaré algunos aspectos en los que nosotros los trabajadores podemos mejorar nuestro propio ambiente.


    Hablaremos usando como ejemplo una oficina, pero los principios pueden aplicarse a cualquier espacio o labor donde usted se desempeñe.


    Una oficina limpia, ordenada y bien arreglada permite tener una sensación agradable; una sensación agradable, a su vez, permite que mantengamos una buena actitud hacia nuestras labores, que las asumamos con menos estrés. ¿Cuántas veces ha dicho usted algo como: -¡estoy cansado de este montón de papeles, no quiero ver más papeles!-? Mira su escritorio y le da la impresión que ha pasado un huracán, que su trabajo es interminable. Si estos papeles estuvieran ordenados, quizá no estarían sobre su escritorio, al menos no todos. ¿Cómo se siente cuando el personal de limpieza acaba de quitar el polvo de los estantes con esos productos químicos de olor a frutas?, si usted no es alérgico a estos químicos, quizás diga algo como: -¡Uhmmm, huele sabroso!, entonces sonríe y su actitud cambia al menos por unos instantes. Como puede ver el ambiente puede influir en nosotros de manera positiva o negativa, haciendo que trabajemos mejor o peor. Por esta razón, colocar fotos de nuestra familia, un poco de música a un volumen adecuado, tener al alcance algo de café o caramelos; es una buena forma de mejorar nuestro ambiente laboral.


    Otra forma de mejorar nuestro entorno depende de lo que decimos a otros y de cómo se lo decimos. Si siempre hablamos de forma dura o criticona, si solo hablamos de los defectos de otros; estaremos desmejorando nuestro entorno y el de los demás. Sonreír, hablar con afecto, saludar de forma amistosa, comentar en forma positiva los logros de nuestros compañeros; son mejores estrategias de comunicación que influyen notablemente en bajar los niveles de estrés.


    Nuestra oficina no tiene que ser un lugar al que vamos solo por obligación, por ganarnos el sustento. Usted puede, si se lo propone, transformarla en un entorno agradable. La calidad de su trabajo aumentará, su desempeño mejorará y su estrés… bueno, usted sabe. Intente aplicar los consejos arriba expuestos y quizás pueda lograr que su sitio de trabajo sea un oasis.

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